Los actos de prestidigitación imposibles de Lenora de Barros
En la Pinacoteca de Estado de São Paulo, el artista marca la frágil línea entre el lenguaje, los cuerpos y el medio ambiente
Durante las décadas de 1960 y 1970, artistas brasileños como Lygia Clark y Hélio Oiticica buscaron colapsar la frontera entre el cuerpo y el entorno. En Baba Antropofágica (1973), de Clark, por ejemplo, unos desconocidos arrojaban tiras de chicle masticadas sobre el cuerpo de un participante en posición supina. Continuando donde lo dejó Clark, la también artista brasileña Lenora de Barros ha producido una obra diversa a lo largo de las últimas cuatro décadas que surge de la tenue simbiosis entre el lenguaje, el cuerpo y el medio ambiente, observado a través de una lente conceptualmente lúdica. Esto se evidencia en unas 40 obras –que van desde poemas gráficos y performance hasta fotografía y videoarte– actualmente expuestas en la Pinacoteca de Estado de São Paulo.
Titulada 'Mi lengua', la exposición, organizada por la recientemente nombrada curadora Pollyana Quintella, ocupa tres galerías. El primero incluye un vídeo corto encargado, The Face. La lengua. La Vientre (2022). A lo largo de tres actos, De Barros manipula piezas de arcilla para formar cada una de las partes del cuerpo del mismo nombre. La profundidad de enfoque de la cámara crea momentos de humor cinematográfico. En el segmento de la lengua, por ejemplo, un trozo gigante y colgante de arcilla de color rojo ladrillo sobresale hacia el público, como si hubiera brotado de la boca de la artista, mientras ella lo acaricia y moldea hasta que se rompe. Esta interacción de sensualidad y violencia recuerda la famosa serie fotográfica en blanco y negro de De Barros, 'Poema' (Poema, 1979-2014), expuesta en la galería adyacente, en la que presiona y lame teclas de una máquina de escribir con la lengua. Emergiendo de la boca pintada con lápiz labial del artista, el músculo fálico tenso insinúa tanto el placer corporal como la vulnerabilidad. Mientras De Barros juega con asociaciones históricas de la modernidad mecánica y el acto de autoría en la escritura con la masculinidad, la fusión de la obra entre lo suave y lo duro, la boca/vagina y el falo es maravillosamente andrógina.
El concepto de exposición de Quintella, que muestra las obras de forma asociativa y no cronológica, permite una comprensión más profunda de las aliteraciones temáticas y formales en la obra de De Barros. Una performance fotográfica de 1975-2014, en la que la artista oscurece gradualmente su rostro con pasta de dientes, cuelga cerca de un video de 1984 y una performance fotográfica de nueve paneles más grande de 1990-2022, que documentan el mismo proceso. Todas tituladas Homenaje a George Segal, las obras juegan con los temas recurrentes de enmascaramiento de De Barros, al tiempo que evocan las esculturas de yeso blanco características de Segal. En el vídeo, De Barros salta entre diferentes etapas del proceso de asfixia, insinuando una incertidumbre epistémica: ¿puede un solo rostro –u otra entidad– existir en múltiples formas?
Esta pregunta aparentemente también impulsa dos obras fotográficas en blanco y negro instaladas una frente a otra: La cosa de la nada y La cosa en sí misma (ambas de 1990). Las palabras titulares, estampadas con letras mayúsculas negras en pelotas de tenis de mesa, subrayan cómo el lenguaje inevitablemente resignifica. La magia de las obras surge de las elecciones formales de De Barros. En Thing of Nothing, cubrió las bolas con una gasa blanca que rezuma un líquido lechoso en un recipiente lleno de agua, con su propia mano en el borde superior del marco, como si estuviera rompiendo huevos. En Thing in Itself, hace rodar una bola solitaria, cubierta por una media de red negra, por todo su cuerpo: el objeto extraño se resiste a ser absorbido por los pliegues carnosos del artista. No puedo evitar hacerme eco de la serie de columnas de De Barros…umas (1993–96) –una selección de las cuales se exhibe aquí– en las que resume la fuerza de la ambivalencia material de Clark como: "Ser a la vez el huevo y el mano que lo rompe.' En un acto de magia imposible que se encuentra en el corazón de la invención, De Barros de repente es ambas cosas.
'Lenora de Barros: My Tongue' se exhibirá en la Pinacoteca de Estado, São Paulo, Brasil, hasta el 9 de abril.
Imagen principal: Lenora de Barros, 'My Tongue', 2022–23, vista de la exposición, Pinacoteca de Estado, São Paulo. Cortesía: Pinacoteca de Estado, São Paulo; Fotografía: Isabella Matheus
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